sábado, 28 de noviembre de 2015

El problema de los pastores alcahuetes


Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión. 1 Samuel 2:22

La responsabilidad que tienen los líderes, en especial los pastores es enorme. Se les exige mucho, viven bajo una presión enorme. Parte de la presión que tienen estos varones de Dios es que la gente no solo los ve a ellos sino a su familia como ejemplos a seguir. Por eso entre los requisitos que se establecen para ejercer el ministerio está el que sepan mantener "sus hijos en sujeción" (1 Timoteo 3:4). ¿Porque se les exige tanto? Porque tienen a su cargo un pueblo al que deben servir de ejemplo y parte de ese ejemplo conlleva el demostrar que tienen control de su hogar y tienen rectitud a la hora de impartir justicia.

El control y la capacidad de un pastor para demostrar que tiene temple se ve cuando maneja las situaciones de su hogar. Un pastor que no tiene control de lo que hacen sus hijos tiene un ministerio tambaleante. Un pastor que encubre a sus hijos cuando pecan le hace un grave daño a su congregación porque hace que pierdan el respeto por el ministerio y las cosas santas. Eso era lo que estaba pasando en Israel cuando el Sacerdote Elí era el sumo sacerdote.

El caso de Elí es un ejemplo de lo que NO debe hacer un pastor.

Los hijos de Elí era asistentes de su padre en el sacerdocio. Ahí estuvo el primer error de Elí, practicar el nepotismo y poner a ministrar a sus hijos solo porque eran sus hijos. Pero eso no queda ahí. Los hijos de Elí eran corruptos. Robaban de la ofrenda y eso daba mal testimonio ante la congregación. La gente que veía eso no veía a Elí como figura autoritativa. Pero la cosa era peor porque Elí no tomaba acción sino que solo se limitaba a llamarles la atención livianamente y nada más. Elí tenía que relevarlos de sus posiciones para limpiar el nombre del sacerdocio.

Pero la cosa con los hijos de Elí no paraba solo con su corrupción. Era peor aun. Los hijos de Elí estaban adulterando porque "dormían con las mujeres" del pueblo. La ley decía que un adúltero tenía que morir apedreado (Levítico 20:10). Sin embargo Elí encubría el pecado de sus hijos y solo se limitaba a llamarles la atención. Elí tenía hijos adúlteros ministrando y para colmo los encubría.

Una cosa es ignorar cuando algo se comete y otra es encubrirlo. El que encubre el pecado se convierte en cómplice del pecado. El que se convierte en cómplice se convierte en alcahuete con todo lo que el significado de esa palabra conlleva...

Hoy día se hace necesario que hayan menos pastores como Elí.

Muchas personas que han abandonado iglesias lo han hecho por pastores que son como Elí. La gente que ve alcahuetería puede hacer una de dos cosas: irse o perderle el respeto a las cosas de Dios como pasó en Israel.

Ésta noche a las 9PM hablaremos de "Pastores que sacan a la gente de la iglesia" por Lámpara Bíblica y hablaremos de este tipo de pastor alcahuete que le hace tanto daño al pueblo de Dios al denigrar el ministerio con su encubrimiento.

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