jueves, 12 de noviembre de 2015

Cinco deseos que apuntan hacia Dios



El ser humano es un ser lleno de necesidades pero sobre todo deseos. Los deseos muchas veces están motivados por el corazón, las necesidades por el cuerpo.

Los deseos que brotan del corazón pueden ser satisfechos en parte por otras personas o situaciones pero siemre, SIEMPRE se estará anhelando por algo mejor porque un ser humano nunca podrá satisfacer plenamente los deseos de otro ser humano. Entonces ¿quién puede satisfacer esos deseos?

El deseo por conocer la verdad por tener conocimiento nunca termina. Todos queremos aprender y saber pero por más que se sepa nunca se podrá conocer plenamente. Es más lo que no sabemos que lo que sabemos. Cuando uno estudia e investiga encontrará que una pregunta que se contesta lleva a otra pregunta y a otra. Finalmente uno llega al punto donde surgen preguntas que no tienen contestación como "cómo empezó la vida". Es entonces que tenemos que admitir que la respuesta a esa pregunta no es posible hallarla por medios humanos. Alguien debe tener la contestación a esa pregunta. Ese alguien es Dios. Dios conoce todo.

El deseo por el amor es otro deseo que nos tiene en una búsqueda que nos llevará a buscar el amor perfecto. Una persona solo puede hallar amor parcial en otras personas. El amor que se puede hallar de otra persona es temporal. Debe haber un amor que traspase el tiempo y las limitaciones físicas. Dios es amor.

El deseo por ver justicia es un deseo de todo ser humano. ¿Quién no se indigna ante los abusos que se cometen en la tierra? Aún viendo casos donde se hace "justicia" sabemos que debe haber una justicia verdadera y superior a lo que vemos aquí en la tierra porque el ser humano no es justo. Ese deseo solo se satisface en Dios.

El deseo por la belleza. El ser humano tiende a querer arreglar cosas. Tendemos a organizar las cosas para que se vean mejor. Esa idea de que las cosas deben tener un orden tiene un fin práctico. Pero por más ordenado y arreglado que se vea algo nunca veremos algo plenamente hermoso. Cuando queremos ver algo más bello llegaremos a un punto donde diremos que debe haber algo sumamente bello de tal manera que nada sea más bello que eso. El apóstol Pablo dice que fue al cielo y vio cosas indescriptibles. Debieron ser sumamente bellas. 

El deseo por estar en un hogar. Tal vez vivamos en una casa. Tal vez consideremos esa casa un hogar. Cuando estamos en nuestras casas siempre nos sentimos bien. Pero surge a veces la pregunta de si en algún momento sentiremos ese deseo por un tiempo más que el que pasamos en nuestras casas. ¿A quién no le gustaría tener esa sensación de estar en casa por siempre? Cristo dijo que fue a prepararnos casa y esa casa está en el cielo y estaremos por siempre con Cristo. En ese momento tendremos la sensación por siempre.


http://www.strangenotions.com/5-human-desires-that-point-to-god/


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