viernes, 20 de noviembre de 2015

Dones y ministerios: el peligro de interferir con la obra de Dios



Entonces levantándose en el concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacasen fuera por un momento a los apóstoles, y luego dijo: Varones israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres... Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios. Hechos 5:34,35, 38,39

Esto va dirigido mayormente a esos pastores y concilios que asfixian ministerios.

En las iglesias de Cristo existen diversos ministerios que son producto de dones que da Dios. Además de los ministerios existen posiciones de liderazgo que son asignadas por el cuerpo ministerial de las iglesias. Algunos de esas posiciones de liderazgo son las de obispos o ancianos, y diáconos.

Hay un problema cuando se confunden ministerios con posiciones. Los dones ministeriales son aquellos sobre los cuales descansa el fundamento de la iglesia y estos son: apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro

El apóstol es lo que hoy día se conoce como un misionero y también aquellas personas que establecen concilio o varias iglesias. Es un don de Dios porque Dios designa personalmente a las personas para ese ministerio.

El profeta es alguien que tiene el don de predecir eventos futuros pero también es lo que se conoce hoy día como un predicador. Muchos predicadores que van a iglesias a predicar. Hay personas llamadas a predicar a quienes Dios prepara y envía en esa tarea.

El evangelista es aquel llamado a predicar pero en las calles, afuera. El evangelista le predica a los inconversos y a los descarriados. El evangelista es el que presenta el evangelio para traer las almas a Cristo.

El pastor es aquella persona que tiene como encomienda el dirigir a las personas que se han convertido y enseñarles a vivir en el evangelio. Por eso es que ese ministerio va junto y se dice "pastores y maestros".

El maestro es aquella persona dotada por Dios para enseñar la palabra y llevar a los hermanos al conocimiento de Cristo. En muchas ocasiones hay pastores y maestros pero también hay maestros que no son pastores.

Los dones ministeriales son otorgados por Dios. Dios llama a las personas y trata con ellos. Esos dones son para que las personas ministren a la iglesia.

Posiciones de asistencia o liderazgo.

Además de los dones ministeriales existen las posiciones de liderazgo o diáconos. Esos son asignados por los pastores y/o líderes conciliares. Esas posiciones se otorgan en base a características observables de la persona y aunque tiene relación estrecha con lso ministerios NO son ministerios. Un presidente de sociedad no es lo mismo que un evangelista. El evangelista tiene una misión y un mensaje, el presidente de sociedad tiene una tarea, la de organizar el orden de culto y escoger el programa.

La confusión de algunos pastores y concilios

Algunos pastores han confundido ministerios con posiciones y lamentablemente tienen sentados en banco a personas que deben estar predicando y ministrando. La cosa es peor cuando es una institución la que con su posición no reconoce los ministerios. Por ejemplo, un concilio que solo reconoce los ministerios de pastorado y nada más está cortando y asfixiando a los maestros, misioneros, profetas y maestros.

Es triste ver que hay concilio que no dan la oportunidad a las personas de desarrollarse en ministerios. Seleccionan a las personas que ejercerán ellos e ignoran que es Dios quién llama y si Dios llamó a una persona a ser evangelista y el concilio lo encajó en una iglesia a pastorear ese concilio será responsable por las vidas que se pierdan al no recibir el mensaje. Si una persona tiene llamado a misionero y el pastor por antojos no quiere dejarlo salir ese pastor irresponsable será responsable de las vidas que se pierdan como resultado de no haber recibido el mensaje de la palabra.

Si una persona es llamado a ser maestro pero un pastor en su capricho lo tiene sentado y no le permite ejercer ese pastor será responsable de las vidas y personas que caigan en herejías por causa de no haber recibido enseñanza adecuada.

Los pastores y concilio tienen que tener claro que una cosa son las posiciones y esas las pueden asignar ellos libremente pero otra son los ministerios y esos los da Dios. En el momento en que usted troncha un ministerio usted está luchando y entorpeciendo la obra de Dios, y se supone que usted no sea estorbo a las cosas de Dios, eso le toca al diablo. No sea aliado del diablo. Ore más y mire menos. Mírese y reflexione si sus acciones son motivadas por envidia o falta de visión.

Oremos por aquellos hermanos que están siendo injustamente marginados por pastores y concilios sin visión que han confundido ministerios con posiciones. Oremos para que no haya más interferencia a la obra de Dios.

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