domingo, 21 de febrero de 2021

Cristianismo sintético

Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; 2 Timoteo 4:3

Hace varios años atrás conocí a una persona vegana. Era una compañera de trabajo y estábamos almorzando cuando me comenzó a hablar del "bacon vegano". Las personas veganas buscan evitar comer cualquier cosa que sea carne mientras imitan la carne. Le pedí que me dejara probar el bacon. Cuando lo probé, no sabía a bacon, era coco triturado, tostado, con colorante rojo y sazonado con mucha sal. 

Hace varios meses atrás salió la noticia de que se había creado carne sintética en los laboratorios. La noticia fue bien acogida por los que quieren evitar comer carne pero les gusta la carne. Así como la carne hay café sin cafeína, "leche" de almendras y hasta sal sin sodio. 

Vivimos en una época en donde queremos disfrutar solamente del sabor de algunas cosas sin experimentar el efecto nutricional. Privarse de carne y proteínas enferma. Dejar el sodio crea problemas neurológicos y tomarse un café sin cafeína es lo mismo que tomar agua porque no se sentirá el efecto que pone a uno en alerta que provoca la cafeína. 

Si la tendencia a buscar beneficios sin efectos solo terminara ahí en los alimentos no sería tan pernicioso. Pero ahora tenemos personas que quieren experimentar con ideas sin aplicarlas en su totalidad. Por ejemplo, hay comunistas que quieren hacerse ricos. Hay gente que quiere ser rica sin trabajar. Hay gente que quiere ser inteligente sin estudiar. E increíblemente hay personas que quieren ser cristianas sin Cristo. 

El cristianismo light es el último fenómeno de la ola sintética de estos tiempos. Cristo dijo claramente "yo soy el camino, la verdad y la vida" (Juan 14:6). Pero para los predicadores que quieren atraer gente y llenar iglesias u obtener ofrendas les es más conveniente predicar un cristianismo de mucho amor sin mencionar los compromisos y el cambio que debe haber. 

Así por ejemplo tenemos iglesias que admiten como miembros a cualquier persona sin que haya hecho confesión de fe. También hay iglesias que con tal de no espantar a los feligreses sus pastores predican de todo excepto del pecado. Para ellos todos irán al cielo aunque vivan robando, adulterando, fornicando, en vicios. Predican un evangelio de "quédate-así" y "Dios-te-quiere-comosea". Es cierto que Dios ama a todos pero el exige un cambio y abandonar el pecado. 

Por eso sí se deja de mencionar el pecado por nombre en los altares se cae en el cristianismo light, un cristianismo de apariencia pero sin efectividad. Ese tipo de cristianismo lleva al infierno. Si no se le dice al adúltero que deje de adulterar, al ladrón que deje de robar, al homosexual que cambie su conducta, al borracho que deje de beber, etc., se está cometiendo fraude. Predicar un evangelio light es fraude. 

Cristo habló claro y decía "Arrepentíos" (Mateo 4:17). Jesús le decía eso ANTES de que lo siguieran, el no atraía a la gente para luego decirle las verdad, la verdad se les decía desde la entrada. El verdadero cristianismo lleva un mensaje claro, sin quitarle y sin añadirle, sin suavizar ni disfrazar. El verdadero cristianismo se fundamenta en la Biblia no en interpretaciones convenientes ni estrategias de marketing religioso. El cristianismo verdadero salva, el cristianismo light mata y condena. 

Oremos para que aparezcan predicadores sin miedo a predicar el evangelio verdadero.

domingo, 7 de febrero de 2021

Pastores



Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,  1 Corintios 2:4

Hace un tiempo atrás escuché a una persona decir que los pastores deben ser personas super preparadas y educadas para mejor servir a la obra de Dios. En los años que he vivido como cristiano he conocido a decenas de pastores y en todos he observado que lo que los distingue es ser llamados. Un pastor que ha sido llamado por Dios hará la obra independientemente de su nivel de educación. 

Yo he conocido pastores con doctorados y a pastores que no han tenido más de un sexto grado. Ambos los he visto servir y ser de bendición cuando son LLAMADOS. Hace varios años atrás en la iglesia donde yo asistía recuerdo a un anciano de ochenta y tantos años. Era un pastor retirado. La primera vez que lo vi predicar predicó un mensaje que parecía más una clase de escuela bíblica para niños que una predicación. Cuando lo conocí mejor aprendí que el pastoreaba en los campos de Puerto Rico donde había mucha gente que no sabía leer no escribir. Ese tipo de mensaje era el adecuado para ese tipo de comunidad. 

También conocí a un pastor que tenía un doctorado que predicaba unos mensajes que a veces uno necesitaba apuntar algunas palabras para buscarlas en el diccionario. Para la iglesia que él pastoreaba, con personas en su mayoría profesionale ese tipo de mensaje era el adecuado. 

Un pastor no es mejor por qué tenga educación o preparación. Lo que determina la eficacia de un pastor es su llamado. Cuando Dios llama Dios cualifica y prepara. Los pastores son hermanos con un ministerio dado por Dios y cuando Dios llama las credenciales sobran.