domingo, 24 de enero de 2021

Mi héroe está dormido



Jesús subió a la barca, y sus discípulos lo acompañaron. En esto se desató sobre el lago una tormenta tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. Mateo 8:23,24

Todas las películas de héroes tienen en común que en los momentos de peligro más intensos el héroe llega justo en el momento preciso cuando ya se está a punto de perder la esperanza y salva a las personas. Todos los héroes son iguales (excepto Deadpool). 

Jesús y sus discípulos habían tomado un barco para llegar al próximo lugar de predicación e iban cruzando el el mar cuando se desata una tormenta que estaba moviendo la barca como si fuera un juguete. Allí entre los discípulos estaban Pedro y su hermano Andrés que eran pescadores y conocían el mar y de seguro ellos intentaron todo lo que sabían para mantener la barca a flote y en dirección hacía el lugar donde iban. Pero hasta al mejor capitán el mar lo puede vencer. 

Mientras la barca era sacudida de un lado a otro y los discípulos estaban ya temiendo por sus vidas Jesús estaba dormido. 

Los discípulos ya no aguantaban más y despertaron a Jesús que de seguro estaba agotado porque si leemos el capítulo completo veremos que había pasado todo el día predicando y haciendo milagros. Ellos habían visto los milagros y sabían cuan agotado debía estar pero ya no aguantaban. Pero aquella tormenta ya estaba metiendo agua dentro de la embarcación y cuando eso pasa el riesgo de hundirse aumenta así que junto con el miedo tenían asombro de que Jesús siguiera dormido. Lo despiertan y le dicen "¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?". 

Por la reacción de Jesús lo que si le molestó que lo despertarán pero más le molestó su falta de fe. Jesús siguió con dos regaños, uno al viento y otro a los discípulos por su falta de fe. 

La clave es que EL ESTABA ALLÍ. En las películas, los héroes llegan justo en el momento crítico a salvar pero Jesús, que es más que un héroe, es Dios, estaba allí. Estaba dormido pero estaba allí. Aquella barca no se iba a hundir pasara lo que pasara porque allí estaba Jesús. Tal vez la barca estaba haciendo agua y el ruido que hace la madera cuando se tuerce da miedo en medio del mar. El bamboleo de un lado a otro le dan ganas de vomitar a cualquiera pero allí estaba Jesús. El héroe estaba dormido. 

Una de las cualidades de un líder es saber mantener la calma en momentos difíciles. Si Jesús hubiera empezado a gritar y a entrar en pánico entonces habría razón para preocuparse pero él estaba tranquilo, tan tranquilo que estaba dormido. El no venía de lejos, el estaba ahí y en este momento está aquí, está contigo, está con nosotros, está con aquellos que hemos confesado su nombre y estará con nosotros hasta el fin (Mateo 28:20). Tengamos fe, esperanza y ánimo, nuestros héroe está aquí.

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