lunes, 18 de enero de 2021

Las teorías de conspiración no son de Dios

 Por Michael Castro

Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; (1Timoteo 4:7)

Es increíble a lo que puede llegar una persona cuando cree una mentira. Preocupa más cuando es un cristiano. 

Me acabo de llevar una sorpresa viendo un documental en DW sobre grupos evangélicos en EEUU que creen que tienen como deber luchar contra el comunismo y el ateísmo. El documental nos lleva a un estado sureño en donde cristianos evangélicos viven una especie de cristianismo casi militar. Van a la iglesia, vana sus trabajos y en su tiempo libre entrenan. Están entrenando con armas para una posible guerra en la que aseguran defenderán la patria contra el comunismo y el ateísmo. 

Como llega un cristiano a tener ese tipo de mentalidad. Cristo nos mandó a evangelizar, no a matar a los que no creen igual que nosotros. La respuesta está en desviarse de la Biblia.  

Cuando el Apóstol Pablo comenzó a predicar el evangelio halló que además de la persecución y ataques físicos, había también un ataque ideológico, dirigido a confundir. Es claro que desde el Jardín del Edén, Satanás ha usado la mentira y el engaño para torcer lo que Dios dice. 

Nuestra principal fuente de revelación es La Biblia. Cualquier cosa que se predique o profetice tiene que estar de acuerdo al mensaje bíblico y de no ser así se debe descartar. Nada que no se ajuste al mensaje bíblico, lo tuerza o lo contradiga debe ser fuente de información o base de acción para un cristiano. 


La Biblia nos manda a "examinarlo todo y retener lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:21). El cristiano es llamado a ver el mundo con un ojo crítico y a no dejarse llevar por "fábulas" (1 Timoteo 1:4), no dejarse llevar por "fabulas de viejas" (1 Timoteo 1:7). De hecho la Biblia nos manda a "cuidarnos" de que no seamos enganados por filosofías y huecas sutilezas (Colosenses 2:8) 

El uso de la palabra "fabula" como algo que no debe seguirse nos dice que hay que tener cuidado con las historias que no tienen base, evidencia y no hacen sentido. En el tiempo que el apóstol Pablo escribió esto, las fábulas llevaban a crear supersticiones y en algunos casos llevaron a la idolatría. Las fábulas tenían algunas veces un fin educativo porque contenían una moraleja al final pero algunas provocaban miedo e incluso podían llevar a cometer acciones contrarias a la moral. Las fábulas y cuentos son llamativos y apelan a los sentimientos. La Biblia nos advierte a tener cuidado con las cosas que apelan a los sentimientos cuando nos dice "guarda tu corazón" (Proverbios 4:23). Para guardar nuestro corazón de ser seducidos por teorías de conspiración hay que tener una base bíblica sólida. Cualquier personas que se diga ser cristiana que promueva ideas o acciones que van contrario a la Biblia o no hacen sentido, está promoviendo teorías de conspiración, las fábulas de éste tiempo. Hay un peligro en eso. 

 Ahora mismo hay cristianos creyendo que existe un grupo satánico que dirige la política en EEUU y trafican con niños. Los llaman Q-Anon. También hay otro grupo que cree que Donald Trump es un enviado de Dios y que ese grupo satánico le robó las elecciones. Hay grupos que creen que los cristianos deben luchar contra el mal con armas para tomar control de los EEUU, se les conoce como "dominionistas" . De esos tres elementos estaba conformada la turba de personas que intentaron detener el proceso de transición presidencial el pasado 6 de enero de 2021. Los tres grupos tienen en común que se deicen ser cristianos y verdaderamente creen que lo que hicieron es algo aprobado por Dios. Pero no todo el que dice "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos (Mateo 7:21) y mucho menos cuando promueve actos de violencia y vandalismo. 

Cualquier grupo que se llame cristiano que promueva un acto de insurrección armada está pecando. Dios nos mandó a someternos a las autoridades (Romanos 13:1). Dios nos mandó a predicar el evangelio. Si los esfuerzos de un cristianos están dirigidos a promover a un político o a cambiar el orden social está perdiendo el tiempo y no está llevando a cabo la Gran Comisión de ir a predicar el evangelio. 

Cualquier cristiano que ande prestando atención y creyendo teorías de conspiración sin base ni evidencia ni prueba está perdiendo el tiempo y la Biblia nos manda a aprovechar el tiempo no a perderlo. La Biblia nos manda a predicar no a tomar armas ni a hacer guerra contra seres humanos. 

Hagamos más caso a la Biblia y menos a las teorías de conspiración. 

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