domingo, 22 de mayo de 2016

Caminar...



Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Génesis 12:1

Para usted y para mi caminar es lo más natural del mundo. Creo que ninguno de nosotros recuerda como dio sus primeros pasos pero aquí estamos caminando para movernos de un lado a otro.

Hoy, cuando veo caminar a mi hijo menor que ya es más alto, está más ágil y debo confesar que un poco más fuerte que yo recuerdo cuando tuve que forzarlo a aprender a caminar. Cada uno de mis hijos pasó por alguna etapa donde tuvo miedo de hacer algo y primero tratamos de enseñarlos y animarlos pero en ocasiones tuvimos que darles un "empujoncito" para que hicieran lo que tenían que hacer.

En el caso de mi hijo menor él se comenzó a parar y todos celebrábamos cuando lo veíamos dar sus primero pasos. Aplaudíamos y el se reía. Se caía se volvía a levantar pero luego volvía a gatear porque se cansaba. Por varios días vimos como comenzaba a dar sus primeros pasos.

Un día salimos fuera y lo puse a caminar en la acera pero dió dos pasos y comenzó a llorar y no quería dar ni un paso. Lo cargué y seguí caminando. Pero la experiencia se repetía. El caminaba en casa pero no se atrevía a hacerlo afuera. La cosa es que yo sabía que el podía caminar.

Un día tuve que ayudarlo a superar ese miedo. Me fui a la plaza con él y sus dos hermanos mayores y ellos corrían y caminaban pero el quería quedarse sentado en el suelo o esperando que lo cargáramos. Entonces lo llevé al medio de la plaza en un espacio abierto y lo dejé allí sentado y me coloqué a una distancia. El comenzó a mover los brazos pa que lo cargara y luego comenzó a llorar. Yo extendí mis brazos para que caminara hacia mi. Sabía que podía hacerlo. El comenzó a llorar pero no me acerqué para nada. En un momento se puso de pie y caminó tambaleándose hacia mi. LO LOGRÓ pero tuve que ponerlo en una situación incómoda para que lo hiciera.

La Biblia nos habla de Abraham. Un hombre que estaba tranquilo con su familia en Ur de los Caldeos. Tenía su vida hecha y estaba cómodo. Pero el Padre del cielo tenía planes y una bendición para él. Le dió la orden de irse de su familia, de su tierra, abandonar la comodidad de lo que conocía e ir hacía una tierra desconocida.

Abraham tuvo que haber pasado por el trauma de dejar la comodidad y pasar a lo desconocido pero aprendió varias lecciones y fue bendecido enormemente.

A veces estamos acostumbrados a vivir de cierta manera y hacer las cosas en una forma. Tenemos nuestra vida arreglada y estamos cómodos pero de momento llegan circunstancias que nos hacen salir de esa zona cómoda y enfrentarnos a los desconocido. Lo desconocido da miedo. Alguien dijo una vez que "Lo más perjudicial para el progreso es el miedo a lo desconocido."

Tal vez esa experiencia turbulenta por la que estamos pasando es el empujoncito de Dios para movernos a un lugar mejor, a una situación mejor, a aprender nuevas cosas. Es la manera de Dios llevarnos a donde hacemos falta porque si nos quedamos en la zona cómoda no aprenderemos lo que necesitamos aprender.

Dios les bendiga.

https://www.facebook.com/lamparabiblica/posts/1889875747900893

No hay comentarios:

Publicar un comentario