LAS REDES SOCIALES Y COMO HAN CAMBIADO EL LLAMADO A LA GRAN COMISION

Juan le respondió diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios, pero él no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. Marcos 9:38-40

Jesús le había escogido a 12 hombres para enseñarlos, prepararlos y enviarlos a predicar su evangelio. Aquellos apóstoles tenían al Maestro y tenían su autoridad para realizar milagros y predicar en su nombre. Además de los apóstoles habían un grupo de 70 personas que también seguían de cerca a Jesús (Lucas 10). A esos también Jesús los preparó y los comisionó para llevar su palabra en Israel.

Un día el apóstol Juan vió a un hombre que estaba predicando en el nombre de Jesús. Incluso estaba realizando milagros en el nombre de Jesús. Juan notó que no era del grupo de Jesús y lo regañó. Incluso se lo prohibió usando su autoridad.

Juan entonces fue donde el Maestro a reportarle acerca del atrevido que andaba predicando en su nombre sin ser parte del grupo. Cuando Juan le dijo eso a Jesús fue porque el creía que la exclusividad de predicar la tenían solo ellos, los discípulos y los que seguían a Jesús. Jesús le dio una lección. El mero hecho de ser un discípulo directo no le otorgaba a ellos exclusividad sobre la predicación de la Palabra. Nadie tiene exclusividad para predicar el evangelio de Cristo.

Hoy día hay personas que creen que solo pueden predicar aquellos que tienen algún título de algún instituto o universidad teológica. Eso es un error. Si usted tiene algo de parte del Señor para compartirlo, compártalo con sus amistades, familiares. Compártalo por las redes sociales que son una tremenda herramienta.

Por otra parte, hoy día hay gente que creen que quienes único pueden predicar y ministrar son los pastores, evangelistas y la gente que se para detrás de un púlpito. Creen que la única forma de predicar y ministrar es con un micrófono y parado detrás de un púlpito. Algunos incluso han llegado a decir que la gente que predica o ministra por Facebook y las redes sociales está mal porque lo hacen "sin autoridad". ¿De qué autoridad hablan ellos? La máxima autoridad YA AUTORIZÓ y regañó al primero que se atrevió a cuestionar a alguien que predicaba en su nombre.
Yo lo que estoy viendo es que muchos pastores y predicadores están molestos y en algunos casos asustados porque la gente está viendo más mensajes, mejor preparados y que ministran más en la redes y la internet. Yo soy uno que veo predicaciones por internet de LifeChurchTV y otros ministerios. Me encanta leer los mensajes de pastores que predican en púlpitos y en la internet por medio de mensajes escritos. Leo páginas como Puerto Rico Es Valores En Cristo que me han ministrado en momentos de mayor necesidad.

Es más yo les voy a contar una anécdota. Hace un par de años atrás yo estaba pasando por una crisis. Una noche estaba despierto a las dos de la mañana. Llamé a mi pastor y no contestaba, los pastores se cansan y de seguro a esa hora debía estar cansado. En un desespero me metí a Facebook y encontré a un amigo cristiano de esos que ponen reflexiones escritas que estaba conectado y lo contacté por el chat. El consejo que ese hombre me dio me ayudó tanto que al día de hoy mi esposa y yo seguimos juntos gracias a ese hermano que predica por Facebook y estaba disponible a las 2 AM.

Las redes no deben ser vistas como una amenaza sino como un complemento. Las personas que predicamos por las redes tenemos una diferencia de las que predican en púlpitos, no cobramos ni recibimos ofrendas. Tal vez eso es lo que más molesta a los exclusivistas del púlpito. Tal vez por eso están molestos.

Amigo y amiga. No deje de predicar por Facebook. Algunos de ustedes me han ayudado muchísimo y los que son saben porque se los he dicho cuando me han ministrado. Si usted tiene una palabra de parte de Dios no se aguante de compartirla.

Pastores y evangelistas. Bienvenidos al Siglo 21 donde ya no hace falta un micrófono para predicar sino voluntad, llamado y vocación...y una computadora conectada a internet.

Dios les bendiga.

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