Siempre he tenido problema con ese refrán de "las cosas se toman según.de quién vengan". Por eso mi refrán favorito es "hasta un reloj roto da la hora correcta dos veces al día".
Hace poco leí el cuento "El Pájaro de Oro" de los hermanos Grimm, una fábula infantil en dónde tres príncipes deciden no hacerle caso a los consejos de una zorra y sufren malas consecuencias. Los zorros siempre han tenido mala reputación en la historia. Se les ve como traicioneros, listos, y no son dignos de confiar. Pero la zorra en ese cuento si estaba dando un buen consejo y lo despreciaron por qué era una zorra.
¿Cuantas veces menospreciamos el consejo de alguien solo porque no es un familiar, amigo, o porque no es de nuestra religión, raza, etc.?
Vamos a hacer algo mejor. Cristo dijo "no juzguen según las apariencias sino juzguen con justo juicio" (Juan 7:24). Tomarse el tiempo de analizar lo que dice la otra persona y ver si hace sentido o si tiene la razón nos ayuda a aprender y crecer.
Otro de mis cuentos favoritos es el de un monje que decidió ir por un camino muy sucio. Sus compañeros le dijeron que no era bueno ir por ahí porque se podría ensuciar la ropa. El monje se ensucio la ropa pero vio algo brillante y cuando lo miro era un diamante en el fango.
El ser humano tiene la tendencia a cerrarse y a rechazar todo aquello que no le sea familiar. Es en ese momento cuando dejamos de aprender. No te cierres. Nunca se sabe que podrías aprender o que beneficio obtener con solo escuchar. Cómo dijo el apóstol Pablo "examina todo y quédate con lo bueno.
Dios te bendiga.