porque siete veces cae el justo y vuelve a levantarse,pero los malvados caerán en el mal (Proverbios 24:16)
Me encantan los sermones de Tony Evans. En mi aplicación de Spotify tengo algunos de sus sermones marcados como favoritos. En el poco tiempo que llevo escuchándolo he aprendido varias cosas de él. He recibido ministración a través de sus sermones.
Tony Evans es un pastor cuya trayectoria es digna de admirar. Desde muy joven sus sermones han sido bien apreciados. Evans es uno de los mejores expositores de la Biblia. Fue capellán de los Dallas Mavericks y fundó una de las iglesas más grandes en EEUU. Además fue el primer afroamericano en escribir un comentario bíblico en EEUU.
Hace par de días atrás me entero que Evans (quién tiene 74 años) decidió bajar del púlpito y someterse a un proceso de disciplina por un pecado pasado que no especificó pero que le confesó a su esposa y familia. Evans fue claro que no cometió un crimen. No sabemos cual fue el pecado de Evans pero al parecer la cosa apunta a un lío de faldas.
Evans no es el primer ni el único pastor que ha cometido pecado. Pero al ser tan famoso su pecado se amplifica en las mentes de sus seguidores y a nivel mundial. Imagínense si es amplificado que fue reseñado en el New York Times. Todavía recuerdo cuando vi en la televisión a Jimmy Swaggart confesando en vivo con lágrimas que le había sido infiel a su esposa frente a miles de feligreses y millones de televidentes en la década de los 80. En mi crianza en el evangelio he sabido y conocido de varios casos de pastores que también han cometido "indiscreciones". Uno de ellos sigue pastoreando y con programas de radio y TV y hasta fundó un concilio después de haberle sido infiel a su esposa. Solo los que fueron parte de su congregación en sus inicios, su familia y algunos que vivimos cerca sabemos lo que pasó. Pero él no ha confesado ni se ha arrepentido. Se puede decir que por cada pastor que confiesa hay varios que se quedan callados y "pasan con ficha" hasta que Dios o sus víctimas los delaten.
El caso de Tony Evans trae a la mente el texto de Eclesiastes 10:1: Las moscas muertas hacen que el ungüento del perfumista dé mal olor; un poco de insensatez pesa más que la sabiduría y el honor. Desde ahora en adelante la mayoría no recordará a Evans por sus contribuciones al cristianismo sino por su caída. Y es que el hombre es así, no perdona. Pero Ante los ojos de Dios Evans se levantó en el momento que decidió confesar porque Él que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia (Proverbios 28:13).
Una vez yo me pregunté porque La Biblia está tan llena de relatos de hombres que fueron lídres y terminaron pecando. Lot se emborrachó y cometió incesto, Moises desobedeció a Dios y no entró a la tierra prometida después de liderar a Israel, El Rey David cometió adulterio y asesinato. Y si vamos al Nuevo Testamento Jesús andaba con publicanos, prostitutas y sus apóstoles le fallaron en especial Pedro que lo negó tres veces. ¿Porqué permite Dios que hombres imperfectos lleven el mensaje perfecto de su Palabra?
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros. (2 Corintios 4:7)
Si algo aprendemos de las caídas es a evitarlas en un futuro. Al menos se supone que aprendamos. Dios colocó a hombres imperfectos para que los que recibimos el mensaje a través de ellos sepamos que tenemos que poner los ojos en Jesús (Hebreos 12:1), no en los hombres. Cuando Tony Evans predica sus sermones son admirables pero las palabras de ese sermón no son de Evans, son de Dios. Se supone que un predicador resalte a Cristo y no su persona precisamente por cosas como la que le pasó a Evans. La caída de Evans es una lección para él y para los que escuchamos y vemos sus sermones: el que piensa estar firme mire que no caiga (1 Corintios 10:12).
Hace un tiempo leí un libro que fue un manual para los samurai de Japón en la era feudal, el Hagakure. En una de los consejos se decía que era preferible tener a un samurai que había cometido errores a uno que nunca se hubiera equivocado poque el que cometió el error y sobrevivió aprendió algo mientras que el que nunca se ha equivocado está en riesgo por su ignorancia.
Evans ha caído. Antes los ojos de Dios es un hijo. Antes los ojos de los hermanos será visto como un hermano al que hay que restaurar (Galatas 6:1). Ante el mundo (y algunos hermanos fariseos) será visto como un ser despreciable. Pero aquí lo que importa es como lo vea Dios y si recordamos al Apostol Pedro cuando Jesús lo encontró no lo regañó ni lo echó sino que le dijo que siguiera trabajando (Juan 21:15-17).
Yo seguiré escuchando los sermones de Tony Evans. Después de todo no dejé de leer los Salmos por lo que hizo David con Betsabé ni dejé de leer Proverbios después que Salomón se volvió un mujeriego, tampoco dejé de leer las epístolas de Pedro porque negó a Jesús. Las contribuciones de Tony Evans al evangelio siguen siendo válidas a pesar de su pecado. Hay que examinarlo todo y retener lo bueno (1 Tesalonisences 5:21). Evans ha confesado su pecado y sinceramente espero con ansias su próximo sermón.
Fuentes
https://www.nytimes.com/2024/06/11/us/dallas-tony-evans-pastor-sin.html
https://www.noticel.com/ahora/20121029/revelador-testimonio-de-mujer-abusada-por-el-pastor-ricky-1era-parte/