Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los pensamientos y las intenciones del corazón. - Hebreos 4:12
Desde inicios de la humanidad, el diablo ha estado intentando confundir al ser humano. Si principal herramienta es torcer lo que Dios dice para crear confusión. Desde el jardín del Edén cuando la serpiente interpretó maliciosamente lo que Dios dijo, Satanás el padre de mentira (Juan 8:44) ha estado buscando socavar la confianza en la Palabra de Dios para alejar a la gente de Dios.
Cualquier persona que busque hacer algo similar está haciendo la obra del diablo. Es un hijo del diablo. Ya sea interpretando maliciosamente, o como se ha visto recientemente, arrojando sombra sobre la Inerrancia Bíblica si la intención es minar la autoridad de la Escritura tal persona está en contra de Cristo.
Desde los inicios del cristianismo han habido grupos y personas tratando de confundir. El apóstol Juan dice claramente que cualquier cosa que contradiga lo que dijo Cristo no es de Dios (1 de Juan 4:7). En ese entonces se combatía el gnosticismo. Pero negar la corporeidad de Cristo era una manera de negar sus palabras.
Cristo defendió las escrituras cuando dijo que no una jota ni una tilde pasarían (Mateo 5:18) hasta que todo se haya cumplido. Con esa aseveración Cristo dejó claro que las Escrituras, el antiguo testamento, no tenían errores. Más adelante Jesús mando a sus discípulos y les dió la autoridad de predicar en su nombre. El apóstol Pablo luego dice que toda escritura es inspirada por Dios (2 Timoteo 3:16) y el apóstol Pedro válida las palabras apostólicas de Pablo en 2 Pedro 3:16.
Los padres de la iglesia (los discípulos directos de los apóstoles) nunca atribuyeron errores a las escrituras ni a las palabras de los apóstoles en el Nuevo Testamento. ¿Entonces porque surge un grupo ahora llamando a leer la Biblia "críticamente" y a decir que tiene errores? Esta tendencia surgió en el siglo 18 y se propagó en el 19. Hombres con corazones corrompidos comenzaron a leer la Biblia como si fuera cualquier otro libro y dejaron de lado que es la Palabra de Dios. Siguiendo las artimañas de su padre (el diablo) usaron sus títulos como profesores para sembrar duda en las iglesias y seminarios.
Hermano, si lo que usted Lee por ahí de algún "cristiano" no concuerda con la Biblia o pone en tela de juicio lo que dice la Biblia o le atribuye errores a la Biblia tenga claro que tal persona tiene un problema. Tal vez en algún momento algo de la Biblia no les gustó. Cómo la Biblia es una espada (Hebreos 4:12) que nos hace ver lo que somos algunos optan por esquivar la espada y atribuirle faltas. El filo de la Biblia continuará penetrando y dejando al descubierto la realidad. Solo los que no quieren someterse buscan evitarlo y en su afán le atribuye faltas a la espada.
La Espada sigue estando filosa. Los que han perdido el filo son los que no quieren que esa Espada les abra el corazón y juzgue sus pensamientos.
Dios les bendiga.