domingo, 9 de abril de 2017

Quiero la estabilidad del Rey




el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, Hebreos 1:3
En la hitoria de la humanidad han existido varias formas de gobierno. En el día presente y en este lado del mundo estamos acostumbrados a la democracia pero ¿qué bien ha traido? Lo único que ha traid la democracia ha sido inestabilidad. En otros países donde tienen gobiernos parlamentarios el poder está más repartido pero el tener pluralidad de opiniones y formas de pensar ha lelvado también a que esa forma de gobierno sea inestable y cambiante.


En tiempo antiguos y en algunos países existen monarquías. Eran los tiempo cuando el que gobernaba era una sola persona, el rey. Algo que caracterizaba esa forma de gobierno era la estabilidad. Un rey, una sola persona decidiendo, una forma de gobernar por largo tiempo brindaba estabilidad. Pero el gobierno monárquico también tenía sus problemas a pesar de ser el más estable pues al igual que las otras formas de gobierno quién tenía el poder y el control era un ser humano.

Para los que hemos sufrido los vaivenes de la democracia, los abusos de las dictaduras, la arbitrariedad de las monarquías hay una esperanza. Necesitamos un rey que sea justo, y que no cambie de parecer; un rey que no esté sujeto a la avaricia que llevaba a los antiguos a cometer abusos y meterse en guerras; un rey que sea bueno; necesitamos un rey que trascienda los límites y defectos que conlleva la humanidad. Necesitamos un Rey divino.

Nuestro Señor Jesucristo es el Rey de reyes que comprende a sus súbditos porque estuvo entre ellos. Nuestro Señor Jesucristo es un rey justo que no está sujeto a la avaricia, al contrario la condenaba. Nuestro Señor Jesucristo es un Rey que fue a prepararnos mansiones en los cielos, ¿alguna vz usted escuchó de un rey que construyera casas para sus súbditos, mi Rey lo está haciendo.

Lo que distingue al Rey de reyes y Seño de señores es que contrario a otros reyes el hizo algo por nosotros, se sacrificó en una cruz y cargó con nuestros pecados. Jesús es el único rey que en vez de cargar a su pueblo con impuestos y deudas los líberó PAGANDO CON SU PROPIA VIDA. ¿A quién no le gustaría estar con ese Rey?

Para todos aquellos que hemos aceptado a Jesucristo como Salvador y Señor nos espera el reino en la eternidad junto a él. Allá habrá estabilidad, paz, no habrá llanto, ni dolor, ni enfermedad proque allí estará el Rey que derrótó la muerte.

Si quieres estabilidad en tu vida y ver justicia no lo verás aquí en la tierra. Esa estabilidad y el gobierno perfecto está en el cielo bajo el mando de El Rey Jesucristo.

Dios te bendiga.


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