domingo, 2 de abril de 2017

Jesús sabía lo que iba a pasar y fue



Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.
Mateo 20: 17-19


Algunas personas se han dado a la tarea de buscar clasificar el amor por escalas. Según estas personas,en su mayoría estudiosos de la conducta, una manifestación de amor es más intensa que otra. En cierto gado tienen razón.


La manifestación asbsoluta del amor se da en el sacrificio. La madre que dedica su vida a cuidar un hijo enfermo, la esposa que se mantiene junto a su esposo a pesar de los problemas, el padre que se mantiene en un empleo y trabaja duro para cuidar a su familia, todos esos son ejemplos de amor.


El sacrificio muestra su máxima expresión cuando se pone la vida en riesgo por otro. La madre y el padre que están dispuestos a dar un órgano para un hijo, el padre que rescata a su familia en un fuego y actos similares son muestras de amor.


Los actos de altruismo heróico, esos casos donde personas reaccionan y se exponen al peligro para salvar a otras son admirables. Todo tienen en común que las personas actuaron al momento y expusieron sus vidas pero fue una decisión o más bien un impulso lo que los llevó a arriegar la vida.




Nuestro Señor Jesús nos amó de una manera que nadie puede amarnos igual. El dio su vida por nosotros y murió de la forma más humillante y dolorosa que había en su época, crucificado.


Pero el sacrificio de Cristo no se limita solo a el sacrificio en la cruz. Jesús es Dios hecho hombre y como Dios tiene un atributo conocido como la omnisciencia. Dios todo lo sabe, todo lo ve. Dios conoce todo lo que ha pasado, está pasando y todo lo que pasará (Isaías 46:9-10) y es esta parte de la omnisciencia en donde vemos lo mucho que Cristo nos amó y entendemos porque Juan 3:16 dice "de tal manera amó Dios al mundo".


Jesús no solo sabía que iba a morir, el sabía CÓMO iba a morir. Jesús sabía lo que iba a sentir, Jesús sabía el dolor agonizante que iba a experimentar; sabía que lo iban a golpear toda una noche, que lo iban a humillar. Jesús sabía el tiempo que iba a pasar colgado en la cruz tratando de respirar y como lentamente se le iba a hacer cade vez más difícil hacerlo y la desesperación que iba a sentir hasta el último momento. Es por eso que la noche antes sudó sangre (Lucas 22:24) de tanta tensión que tenía, porque sabía lo que iba experimentar.


A pesar de saber todo eso fue y completó la obra dejándose crucificar para pagar por nuestros pecado.


Pero, ¿sabén cual era la parte más agonizante del sacrificio de Jesús? Que también sabía que habría gente que no iba a apreciar su sacrificio. nada duele más que el amor no correspondido.


Para los que hemos aceptado el sacrificio de nuestro Señor recordemos este acto de amor supremo. Y si tú amigo o amiga que lees esto aún no has correspondido a ese amor de hoy en adelante cuando alguien te diga "Cristo te ama" sabrás lo que implica y que su amor espera ser correspondido. Cristo te ama.




Dios les bendiga.

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