sábado, 6 de febrero de 2016

Pastores, dejen el miedo

Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, Hechos 4:29
El homosexualismo es pecado, el matrimonio homosexual es una aberración. ¿Quién me va a demandar por decir eso?
Ya salieron dos o tres pastores miedosos a decir que ahora no se puede hablar del homosexualismo y decir que es un pecado. Ya salieron los discursos de miedo irónicamente desde los altares que se suponen que tengan el valor que da el Espíritu Santo como se lo dió a Pedro aquel día de Pentecostés cuando a una mutitud y como se lo dio a Pablo cuando habló ante la multitud hostil que terminó apedreándolo en Listra (Hechos 14).
Por pastores miedosos es que tenemos cristianos pusilánimes que no se atreven a defender lo que creen y se han callado y ahora viven el evangelio en sus casas y dentro de las cuatro paredes de las iglesias. Hay que dejar el miedo a un lado. Pero sobre todo hay que dejar los mitos a un lado.
Yo leí la decisión del caso Obergefell v Hodges completa y en NINGUNA parte dice que se prohíbe a los cristianos o cualquier otra religión hablar en contra del pecado del homosexualismo.
De hecho miren lo que dice la decisión:
Finalmente hay que enfatizar que las religiones y aquellos que se adhieren a las doctrinas religiosas pueden continuar propugnando [difundiendo] con extrema y sincera convicción que por los preceptos divinos el matrimonio del mismo sexo no debe ser condonado [permitido, apoyado]. La primera enmienda asegura que las instituciones religiosas y las personas tengan la debida protección cuando se buca el enseñar los principios que son tan gratificantes y tan centrales a sus vidas y fe y a sus profundas aspiraciones de continuar la estructura familiar que tanto respetan. Lo mismo aplica a aquellos que se oponen al matrimonio del mismo sexo por otras razones. En cambio aquellos que creen en permitir el matrimonio del mismo sexo es apropiado, ya sea por convicción o por creencia secular, pueden entablar conversación con aquellos que están en desacuerdo de su punto de vista en un debate abierto y minucioso.
¿Ven? No hay porque temer pastores. no se encueven por favor. Que sus iglesias los vean atacar este asunto de frente y sin vacilaciones. Esta es la hora de ser cristianos como al principio cuando el cristianismo se desarrollaba en un ambiente sumamente hostil y peligroso.
Ya he escuchado a dos pastores decir que le "temen a las demandas". Orita les voy a hablar de un pastor que no le tenía miedo a demandas ni a nada, el reverendo Fred Phelps que fue demandado por predicar lo que creía y ganó el caso en la Suprema corte sentando un precedente.
Pastores, dejen el miedo. Inspiren a sus iglesias. Ahora es que hay que sacar pecho. Boconear contra el diablo es fácil porque no lo ven y no lo tienen de frente. Ahora hablen de frente y denuncien al gobierno inmoral que tenemos.

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