Si se piensa concientizar sobre el pecado hay que proclamar la ley de Dios en las vidas de los cristianos y en lo que se predica. De nada vale que un predicador hable de fuego y azufre desde el púlpito si a la misma vez los feligreses están siendo movidos por los estándares morales del mundo. - J. Gresham Machen (Liberalism or Christianity)
http://journals.ptsem.edu/id/BR1922201/dmd008
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