viernes, 14 de abril de 2017

La dicha de sentirse amado



quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24

Amar y ser amado son las dos cosas que le dan sentido a la vida de una persona. Uno sentir amor por alguien es algo hermoso. El que ha sentido amor por su familia, su pareja, sus hijos sabe que ese sentimiento es algo que lo mueve a tratar a aquellos a quienes ama de manera diferente. Sentir que se es amado o creer que se es amado es para muchos la experiencia que más seguridad y felicidad brinda. Yo recuerdo que cuando llegaba a casa de mi trabajo mis hijos corrían a abrazarme cuando eran pequeños, se me agarraban de las piernas. Cuando más grandes me decía "bendición papi". Mi esposa me recibe con un beso y me da consejos y busca lo mejor para mi. Se siente bien sentirse amado.


Pero el amor de mis hijos y de mi esposa no es más grande que el amor que tenía por mi mi mamá. Ella me tuvo en su vientre 9 meses, me crió, me cuido, me abrazó cuando lloraba, me aconsejó cuando me equivocaba, me corrigió. Ese es otro amor que la mayoria de nosotros hemos experimentado.


Pero el amor queme tenga mi familia, mi madre, mis hermanos mis amigos es un amor incompleto. Ellos comenzaron a amarme y yo comencé a amarlos en un momento en sus vidas. Pero ese amor termina en el momento en que pasemos a la otra vida y solo quedará el recuerdo entre los que viven. Ese amor es también un sentimiento que nace en cierta manera de la obligación creada por el vínculo filial.


Dicen los que estudian mucho que la máxima expresión del amor se da en actos de altruismo, en actos que se hacen por otras personas sabiendo que no se recibirá nada a cambio. El altruismo puede darse incluso haciendo cosas por otras personas a las que no conocemos.


Hoy los cristianos alrededor del mundo recordamos el evento que marcó la historia de la humanidad y el tiempo, la crucificción de Jesucristo El Señor.


El sacrificio de Jesús en la cruz fue el acto de amor más grande de la historia.


El ser humano nace con una sentencia de muerte. Morimos físicamente pero la otra muerte, la segunda muerte (Apocalipsis 21:8) es la muerte que sufrirán todos aquellos que no sean hallados inscritos en el libro de la vida.


La paga del pecado es muerte (Romanos 6:23). Usted y yo nacimos con la sentencia de muerte debido a que somos humanos y heredamos de Adán la naturaleza pecaminosa.


Si yo tengo una deuda y alguien me la paga ¿es un acto de amor? No necesariamente. Si yo tengo una sentencia de muerte y alguien hace algo para liberarme de ella ¿es un acto de amor? Puede ser que si. Si yo tengo una setencia de muerte y alguien me libera tomando mi lugar ¿es un acto de amor? Si, de eso no hay duda.




Lo que Cristo hizo en la cruz es el sacrificio más grande de la historia. Cristo murió para liberarnos de la sentencia de muerte que tenemos, murió para liberarnos de esa sentencia de muerte. El no estaba obligado a hacerlo pero aun así lo hizo, eso es amor.


Lo más impresionante del sacrificio de Cristo, del acto de amor más grande en la historia de la humanidad es que no es un acto que se limita a esta vida física sino que trasciende más allá. Es un acto que nos libera de la muerte segunda y nos garantiza la vida eterna a su lado en el paraiso.




Sentirse amado es una de las mejores sensaciones del mundo y yo me siento bien de sentirme amado por la gente que quiero y aprecio pero me hace sentir mejor sentirme amado por Cristo que demostró su amor haciendo el sacrificio más grande que puda hacer alguien, poner su vida por mi.


¿Quieres sentirte amado? Cristo te ama y te ama aunque tu no lo ames, así de inmenso es su amor.


Hoy día los cistianos alrededor del mundo nos sentimos amados e invitamos a aquellos que no han experimentado ese amor a sentirlo.


Gracias Cristo por tu sacrificio en la cruz. Gracias Cristo por tu amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario