Desde niño uno de mis coros favoritos ha sido "Las Promesas del Señor". La Biblia está llena de promesas para todos aquellos que hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador y Señor.
Hace varios meses atrás tuve la bendición de compartir con el pastor Michael Watkins que en uno de sus mensajes dijo que una de las promesas que más lo tiene esperanzado son las calles de oro que se mencionan en Apocalipsis 21:21. "Eso para mi es suficiente", dijo él. El quiere ver esas calles y yo también.
La gente que vota cada cuatro años lo hace basado en las promesas que cada político hace. De hecho, las campañas políticas son competencias de promesas. Pero todo el que ha votado, gane o pierda, siempre se lleva una decepción. Los políticos prometen para ganar votos y luego se olvidan.
Jesús nos dio y quiero que se fijen en la palabra "dio" del verbo DAR. En el texto original griego la palabra que se traduce como "dio" es dōreomai que literalmente significa conferir un honor, regalo, o derecho. Esa es la palabra que se utilizaba para cuando un rey o un noble le daba un título o le confiaba un asunto sumamente importante a alguien, es una palabra que encierra honor y da a entender que lo que se esá dando es algo sumamente valioso.
Jesús no hizo promesas, él no solamente se limitó a hablar. El DIO, es algo que es tuyo ahora.
Pero Jesús no solo prometió cosas, el prometió vida, VIDA ETERNA para todos aquellos que lo hemos aceptado como Salvador. Prometió un cielo nuevo y tierra nueva. Prometió una eternidad de paz y felicidad.
Las promesas del Señor mías son. ¿Tienes tú esas promesas? Hoy es un buen día para unirte al cuerpo de Cristo y recibir esas promesas. Es instantáneo y no te cuesta nada.
Cristo te ama.
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Vea un listado de las promesas de Dios aquí----> http://www.laverdaduniversal.org/promesas.html
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