viernes, 15 de abril de 2016

Si amas a Dios entonces confía

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28
Antes de comenzar esto dejemos algo claro, bien claro, Dios te ama, te ama tanto que estuvo dispuesto a hacer el mayor sacrificio que se puede hacer por alguien, entregar a su hijo para que diera su vida (Juan 3:16). No hay mayor amor que ese.


El amor de Dios es el amor de un padre. Un padre que siempre quiere lo mejor para uno. A veces los padres tenemos que hacer cosas por nuestro hijos por su propio bien. Por ejemplo llevarlos a vacunar o ayudarlos a aprender a caminar e ir al baño.
Algunos hijos aprenden más rápido que otros y otros les toma tiempo o se sienten temorosos de aprender. Con mis tres hijos pasé por momentos que por su propio bien tuve que hacerlos pasar por experiencias que no eran agradables. Todavía recuerdo cuando los llevaba a vacunar y tenía que aguantarlos para que no se fueran corriendo. Ellos me miraban con ojos que buscaban reafirmación. Ellos sabían que su papá no iba a hacer algo para hacerles daño y confiaban aunque lloraban cuando entraba la aguja pero confiaban en mi y recibían la inyección. Mi hijos me amaban entonces y eso era lo que les daba confianza.

¿Amas a Dios? Me refiero a si lo amas con ese amor descrito en 1 de Corintios 13:7 que dice "Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta."

Si amas a Dios entonces le crees y confías en él y él dijo "no te dejaré ni te desampararé" (Josué 1:5)

Si en este momento estás pasando por una prueba, problema o algo que te está causando malestar recuerda que Dios es tu padre, puedes confiar en él si lo amas de verdad porque ese amor te lleva a confiar.

Si el está permitiendo algo es porque tiene un propósito. Como el pinchazo de la vacuna que dolía pero tenía el propósito de evitar que mis hijos se enfermaran, esa prueba tiene un propósito y aprenderás de él. Dios te ama y si tu lo amas a él, confía.

2 comentarios:

  1. Palabras muy acertadas y bien a tono con nuestra realidad. ¡Dios nos ama! Amén.

    ResponderEliminar